La naturaleza dinámica de la IA exige marcos de gobernanza igualmente adaptativos y flexibles en la educación superior. Las instituciones tienen una necesidad urgente de desarrollar políticas de IA reflexivas que se alineen con su misión y valores, en lugar de simplemente adoptar políticas de instituciones pares sin una reflexión cuidadosa.8
Es crucial fomentar una cultura de experimentación, con proyectos piloto que permitan la prueba controlada de aplicaciones de IA.17 Las estructuras de gobernanza deben ser flexibles, proporcionando salvaguardias sin obstaculizar la innovación.17 La comunicación transparente sobre las iniciativas de IA, incluyendo oportunidades y riesgos, es esencial, al igual que la participación activa de las partes interesadas (facultad, estudiantes, personal) para crear un sentido de propiedad compartida.12 Además, las políticas deben ser monitoreadas y adaptadas continuamente en función de la retroalimentación y los nuevos desarrollos.8 La formación de grupos de trabajo sobre IA que incluyan voces escépticas es una mejor práctica para garantizar políticas integrales y transparentes.55
La naturaleza dinámica de la IA exige marcos de gobernanza igualmente adaptativos y flexibles en la educación superior. Esto significa que las instituciones no pueden depender de políticas estáticas y prescriptivas, sino que deben fomentar una cultura de aprendizaje continuo, experimentación y diálogo transparente, permitiendo que las políticas evolucionen junto con los avances tecnológicos y los impactos sociales. Este enfoque iterativo de la gobernanza es crucial para equilibrar la innovación con la rendición de cuentas y garantizar que la IA sirva eficazmente a la misión educativa. La idea de que las políticas deben «proporcionar salvaguardias sin obstaculizar la innovación» y «monitorear y adaptar» continuamente subraya la necesidad de agilidad en la gobernanza.